jueves, 31 de julio de 2008

Declaración de Santa Rosa

Los ciudadanos que suscribimos esta declaración, comprometidos con la realidad nacional, queremos expresar nuestra preocupación por la situación que hemos vivido debido al lock out patronal sojero, que ha angustiado y perjudicado a la inmensa mayoría de los argentinos.

Defendemos la democracia y la solución pacífica de los conflictos por encima de cualquier interés sectorial.

A pesar de los errores y limitaciones que percibimos en este Gobierno, reconocemos la reactivación de la economía, el saneamiento de la Corte Suprema, los Juicios a los responsables del terrorismo de Estado, el descenso de la desocupación, la recuperación del régimen de jubilación estatal, algunas de las políticas sectoriales en materia de Educación, la prohibición del uso de armas de fuego en el control de las manifestaciones, así como una política exterior con eje en la integración con los gobiernos democráticos de Sudamérica.

Podemos contabilizar entre las deudas de este Gobierno, las reformas del sistema bancario e impositivo, la inflación e insuficiencia en el control de precios y diversificación productiva del agro, la política minera y pesquera, entre otras.
Somos críticos del alto nivel de hambre y exclusión que persiste, en un país que está entre los mayores productores de alimentos del mundo.


Siempre nos encontrarán luchando por toda medida que signifique una justa redistribución de la riqueza.
Asimismo propiciamos un mayor protagonismo popular a través del Congreso, de las instituciones intermedias y el reconocimiento a la CTA.

Promovemos medidas que tiendan a una mayor participación y pluralidad informativa a través de una nueva Ley de Radiodifusión, derogando la ley de la dictadura militar.

Contrariamente a lo que expresamos y aspiramos, nos encontramos frente a la restauración conservadora de los sectores del privilegio, encabezada por algunos dirigentes agrarios, que no cuestionan los defectos sino los aciertos del Gobierno, intentando imponer sus intereses económicos basados en el monocultivo de la soja, por encima de los intereses del país, sin reparar en costos ni métodos.

Después de más de 3 meses paralizando la vida económica del país, de agredir por medio de piquetes en las rutas a toda la población, desabastecer a las ciudades y hacer elevar el precio de los alimentos básicos, queda demostrado su objetivo de alzarse con el gobierno.
Su violencia fue en aumento, frente a una población y un gobierno, que a través de las legítimas instituciones del Estado, respondieron con la paz absorbiendo todo tipo de violaciones a las leyes legítimas de la República y a la Constitución Nacional tales como:

• el derecho al libre tránsito de transportes y personas;
• el abastecimiento y comercialización de bienes básicos como la comida y el
combustible;
• el derecho de los ciudadanos a no ser obligados por otros a actuar contra su
voluntad, ni a ser sometidos, perseguidos o extorsionados;
• la prohibición del uso de armas contra civiles desarmados;
• la destrucción de reservas naturales como las quemas intencionales de miles de
hectáreas de pastizales en el delta.

Ante los reiterados pedidos de levantamiento de los cortes, respondieron con mayor desobediencia a la autoridad, violando el derecho a la libre información, usando una cadena “desinformativa” encubierta como independiente, para interferir en el normal funcionamiento de las instituciones.
La violencia contra gobernadores, diputados, intendentes y opositores a sus propósitos sectoriales, son parte de su metodología.
En los últimos tres meses las pérdidas para el país son cuantiosas.

Por todo lo manifestado, condenamos enfáticamente este levantamiento que tuvo y tiene como protagonistas a los sectores sojeros de la región pampeana, y consideramos que estas medidas autoritarias, que nos tuvieron como rehenes, exceden el reclamo sectorial pretendiendo desautorizar a la Democracia.

En nuestra condición de ciudadanos y ciudadanas exhortamos a la cordura a los legítimos productores que sienten que el país somos todos y no una factoría de donde drenar una riqueza que va al exterior y queda para unos pocos.

Llamamos a la reflexión a quienes sin tener intereses sectoriales directos, sucumben a la distorsión televisiva y al clima destituyente.

Pedimos a los confundidos que no se dejen seducir por discursos detrás de los cuales se esconden las transnacionales de alimentos más grandes del mundo.
Solicitamos que ante esta nueva instancia en el Congreso, se discuta un Plan Agrario y Productivo Nacional, que atienda las reivindicaciones de todos los sectores, especialmente de los pequeños y medianos productores, de los más desposeídos y de las economías regionales.


La batalla mundial por los alimentos se ha desatado, como también por la energía y los recursos naturales.
Sin un gobierno que atienda las necesidades de todos, habrá cada vez más excluidos y los alimentos serán inalcanzables para las familias argentinas.


El país es de todos y merece que lo cuidemos tanto como a esta democracia que mucho nos costó conseguir.

LA PAMPA-Santa Rosa, 21 de junio de 2008.-

ADHIEREN:

Hugo Arias- Ana María Alcala – Rosa Audisio- Leonardo Favio Avendaño- Julio Nelson Aguerrido- Héctor Agüera- Stella Maris Antonio- Norberto Asquini- Daniel Azcárate- Luis Bariffo- Luciano Facundo Bassino- Daniel Bedoti- Felicidad Bernabé- Facundo Blanco- María Elena Burgos- Elena Cáceres- Marta Candia- Ramiro Rodríguez Carámbula- Vanesa Catáneo- Rubén Corral- Mario Canoba- Franco Catalani- Edgardo Coronel- Clara Corvalan- Sergio De Matteo- José Carlos Depetris- Fernando Dagué- Ana Paula Di Nardo- Angel Pedro Di Nardo- Juan Eberhardt- Cristina Ércoli- Mario Serafín Folmer- J. Fadou- Flavio Frangolini- Oscar Ferrero- Mariano Fernández- Raul Fernández Olivi- Miguel García- Nelson González- Manuel González- Liliana B. González Inares- Rocío González- Omar Gebruers- Santiago Giuliano- Juan Jesús Harb- Graciela Hernández- Alicia Iribarren- Basko Inchaurraga- Susana Ippolitop- Maricel Jacob- Evangelina Kant- Armando Lagarejo- María Elena Magariños- Jimena Maldonado- Walter Malosetti- Jorgelina Marchant- Oscar Mario- Victoria Mario- Hugo C. Martina- Ariel Martínez- Silvia Martins- Oscar Martins- Mónica Molina- Soledad Mazolo- Nelson Nicoletti- Rita País- Leonardo Pelizari- Alicia Leda Piombo- José Puig- Lihué Pumilla- Marcela Urquiza- Hector Ramirez- Mabel Ríos- Susana Rivas- Miguel Ángel Rodríguez- Jimmy Rodríguez- Mónica Rojas- Dorila R. Romero- Luis Ernesto Roldán- Bruno Ramírez- Cristian Oscar Romero- Rubén Ruiz- Jesús Serna- Alicia Sevillano- Antonio Oscar Skara- Rubén Schaab- Alejandro Socolovsky- Osmar Sombra- Rita Soublé- Noemí Tejeda- Jorge Tribó- Mariana Villada- Martín Viñes- Blanca Salabardo- María Zerbino.

miércoles, 30 de julio de 2008

Documento de la Asamblea Provincial del FRENTE GRANDE Bs As

La Asamblea Provincial del Frente Grande manifiesta ante el conflicto agrario, que el Proyecto de Ley enviado al Congreso de la Nación por la Sra. Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el pasado 17 de junio ha permitido que todos los sectores, sin excepción ni condicionamiento alguno, pudieran intercambiar diagnósticos, ideas, y propuestas sobre las medidas necesarias para solucionarlas controversias suscitadas por la medida.

Fijar las retenciones es una facultad del Poder Ejecutivo Nacional, el envío del Proyecto al Congreso para su tratamiento es una demostración deque este tipo de situaciones se solucionan con más democracia y no con amenazas

En este sentido, queremos decir que las retenciones móviles no son medidas aisladas, ya que forman parte de las políticas públicas desde el 25 de mayo de2003, y están destinadas a redefinir un modelo de país: una Argentina con trabajo, producción, respeto por los derechos humanos, consolidación institucional e integración latinoamericana.

Este notorio proceso de cambio necesita profundizar el debate y la participación para consolidar la voluntad de afirmar estrategias que sostengan el proceso redistributivo e incluyan en la agenda pública temas como la renta financiera, el sistema tributario o la diversidad productiva.

Apoyamos la decisión presidencial respecto a que lo recaudado en concepto de retenciones sea aplicado a mejorar la infraestructura de salud, viviendas y caminos rurales. Son medidas que generan una redistribución del ingreso con sentido social

Nuestro pueblo ha soportado durante más de tres meses la presión de aquellos que obteniendo ganancias extraordinarias, quieren imponer un programa de gobierno apelando a métodos que generaron desabastecimiento, aumento de precios y pérdidas de fuentes de trabajo.

La política de Concertación Plural, la cual, ha de ser permanente de manera que, articule el conjunto de las expresiones políticas, sociales y culturales que se identifican con este proceso de cambios. Debe contener una base orgánica y un funcionamiento político regular y periódico. Quienes se oponen manifiestamente al mismo, constituyen poderosas fuerzas que históricamente, han dado muestras de trabar cuando no, destruir a los gobiernos populares.


Ante la reciente aprobación en la Cámara de Diputados del Proyecto de Ley sobre la aplicación de las retenciones móviles de los comodities cerealeros, no podemos menos que expresar nuestro reconocimiento a todos los legisladores que acompañaron la propuesta oficial y en particular a los Diputados de nuestro Partido .


Plan de Actividades consensuadas en laAsamblea:


Impulsar el apoyo de la futura Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (radiodifusión y otros). Dirigentes del Partido y / o funcionarios potencien en sus distritos foros de debate multisectoriales para instalar la modificación de la actual Ley de Radiodifusión.

Apoyar e impulsar la constitución de Mesas Multisectoriales para discutir la distribución de la riqueza en nuestro país.

Proponer constituir Consejos de Integración, en el marco del trabajo por el Acuerdo del Bicentenario.

Convocar a las distritos a reuniones seccionales para evaluar la actual situación distrital y seccional.

Impulsar la constitución de una Red de usuarios del Ferrocarril Roca en el ámbito de la tercera sección electoral.

Fijar para dentro de 60-90 días aproximadamente, la próxima reunión provincial a realizarse en un distrito del interior.

Solicitar a nuestros Legisladores Nacionales la posibilidad de desarrollar actividades en los distritos de la provincia de Buenos Aires.

Buenos Aires, jueves 3 de julio de 2008

martes, 29 de julio de 2008

La integración y el desarrollo

“La integración es un camino en la dirección del desarrollo”

El Subsecretario de Integración Económica de la Cancillería, Eduardo Sigal, señaló que los procesos de integración latinoamericanos deben ser administrados políticamente, para que sean funcionales a un proceso de desarrollo. “Para nosotros, la integración es una prioridad, y es la posibilidad de que utilicemos las ventajas competitivas que tiene nuestra región no sólo para producir vacas, soja y maíz sino también para generar valor agregado a través de industrias competitivas”, dijo Sigal en el Salón Azul del Congreso de la Nación, durante el seminario “Pasando del Crecimiento al Desarrollo, Políticas y Estrategias para Iberoamérica”.
“La integración – dijo Sigal - es un camino en la dirección del desarrollo, si no, no tiene sentido. La integración que perseguimos es la de la producción, la del desarrollo de las cadenas de valor, la de las grandes obras de infraestructura, la de la cooperación financiera y del reconocimiento de las asimetrías en nuestra región”. Compartieron el panel el senador uruguayo José Mujica; el Presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados de Chile, Patricio Hales; el diplomático y escritor mejicano Javier Wimer Zambrano y el Bernardo Kosacoff, Director de la CEPAL
“Nosotros queremos – señaló Sigal - una inserción administrada, que nos convenga a nuestras políticas del desarrollo, como un mandato para el mejoramiento de la calidad de vida de nuestras poblaciones”. La disertación del funcionario de la Cancillería se enmarcó en la celebración de los 50 años del Capítulo Buenos Aires de la Sociedad Internacional para el Desarrollo.

jueves, 24 de julio de 2008

Opinión: de acá para adelante

Por Alejandro Vanoli *
La no convalidación de la Resolución 125 exige reflexionar con respecto a lo sucedido, sus implicancias, el rumbo que debe seguir el Gobierno y cuáles deberían ser los sectores que conformen una amplia coalición progresista.

Es imprescindible un balance con la mente más fría posible a efectos de poder diseñar e implementar una estrategia integral, en un contexto más complejo, pero con amplias posibilidades para poder profundizar exitosamente el rumbo iniciado en 2003.

Empecemos con el porqué. En estos cinco años, el gobierno nacional ha consolidado una formidable recuperación económica que permitió una combinación virtuosa de crecimiento sostenido y fuerte reducción de la pobreza e indigencia. Recuperación íntimamente asociada a mejoras institucionales, logros en derechos humanos y de reafirmación de la autonomía nacional y de la dignidad en las negociaciones financieras internacionales.

Indudablemente que, más allá de esos logros, existen muchas asignaturas pendientes y condicionamientos propios de la herencia neoliberal, perdurables aún desaparecidos los efectos visibles de la crisis de 2001, un Estado desarticulado, un aparato productivo desequilibrado, la carencia de una burguesía nacional, la crisis de representatividad de los sectores políticos, la formidable deuda social.

No es un tema menor una conciencia ciudadana confusa en lo ideológico luego de tantos años de machacamiento ideológico neoconservador. Alejado el miedo de la crisis, parte de la clase media que vive el boom sojero disfruta los logros de la recuperación y parece virar en el clásico péndulo, hacia posiciones liberales e insolidarias.

Los muchos logros de este Gobierno y no sus desaciertos han sido una fuente de resentimiento, los sectores concentrados esperaron pacientemente su oportunidad para dar un golpe al Gobierno y torcer la tendencia hacia una política progresista iniciada hace cinco años. Así se instaló un falso dilema mediático campo-gobierno que galvanizó a muchos pequeños y medianos productores con los sectores concentrados a pesar de la contradicción objetiva de sus intereses.

La lógica de las retenciones no es meramente fiscal, se trata de tener tipos de cambios diferenciales que promuevan una recuperación del tejido industrial, mayor valor agregado y la necesaria desvinculación de los precios internacionales de los precios internos. Cuestiones que hacen a desarrollo regional, frenar el proceso de sojización, estimular una producción diversificada y sustentable ambientalmente, mayor empleo, menor inflación, mejores salarios reales, etcétera.

La votación marca la pérdida de una batalla a manos de los sectores retardatarios que privilegian sus intereses sectoriales en desmedro de los intereses del país y de los más pobres, no hay que negar esa realidad, pero tampoco dramatizarla.

Respecto al “qué hacer”, resulta claro que no hay viabilidad política, económica y social que no sea afirmar un modelo de desarrollo que privilegie un cambio en el modelo de acumulación productiva y que cambie la matriz distributiva del país.

Ello requiere un diagnóstico que ataque de raíz las restricciones y condicionantes de la estructura política y económico-social vigentes, evitando los extremos del inmovilismo, el aislamiento o la tentación de concesiones a los sectores de poder concentrado, que impliquen un viraje a la ortodoxia y la renuncia a bregar por una sociedad mejor, lo que sí sería perder mas que una batalla.

Respecto al “con quién”, si algo de positivo tuvo esta votación es que alineó los tantos quedando claro con qué fuerzas se cuenta de verdad y sincerando quiénes representan un modelo agroexportador dependiente y excluyente. Esta divisoria de aguas es una clara evidencia del anacronismo de las antinomias partidarias y que sólo hay espacio para una coalición popular y progresista y una conservadora neoliberal emergente.

En esta coyuntura difícil para el Gobierno, no hay alternativa que levantar con firmeza las convicciones en la línea de sus grandes logros, ampliando y fortaleciendo esa coalición progresista, con eje en lo mejor del peronismo –desgajado del tren fantasma que tenía algunos vagones más que los visibles– y otras fuerzas progresistas.

Se viene un período de una lucha cultural intensa donde será crucial contener a los sectores populares y a parte de los medios, con una agenda que permita profundizar los logros, para consolidar la gobernabilidad y la fuerza parlamentaria en 2009.

En tal batalla cultural es crucial la participación activa de los distintos sectores sociales, intelectuales; la emergencia de Carta Abierta, el accionar del Grupo Fénix y de otros colectivos, que marquen un camino posible en el desarrollo de la conciencia progresista y solidaria, que permita dar un efectivo combate a las fuerzas neoconservadoras.

Respecto al “cómo”, avanzar hacia una sociedad mas progresista requiere fortalecer al Estado. Por algo la derecha –además de para preservar sus privilegios– ha buscado su desguace y su desfinanciamiento. No pueden quedar dudas respecto de la necesidad del Estado de recaudar rentas extraordinarias y exentas, que impliquen más equidad, infraestructura, provisión elemental de bienes públicos, y la capacidad de articular políticas productivas además del cumplimiento de los compromisos financieros. Si esto no ocurre es virtualmente imposible avanzar en un proceso de crecimiento sostenido y con equidad.

Es crucial formular y ejecutar un plan de mediano plazo tendiente a instrumentar un desarrollo autónomo coherente y consistente. Ello puede entroncar con un acuerdo del Bicentenario que no sea meramente un conjunto de demandas sectoriales ni un caballo de Troya de la derecha, sino que promueva una mayor competitividad de la economía en el marco de mejoras progresivas y concretas en la distribución del ingreso.

Avanzar con convicciones y firmeza, con amplitud de criterio e inclusión de sectores que concuerden en lo esencial, con pragmatismo, teniendo en cuenta y ampliando las relaciones de fuerza, es la forma de construir una sociedad mejor. Si se salió de una situación muy difícil a partir de 2003, con el ánimo retemplado y teniendo en claro los objetivos, los actores y los instrumentos, se podrá seguir cambiando la historia.

* Economista, vicepresidente de la Comisión Nacional de Valores.

miércoles, 23 de julio de 2008

La capacidad de imposición de los concentrados

Por Paula Abal Medina *

Más de 120 días de un conflicto con los segmentos más concentrados del campo. No hace falta fundar esta afirmación para referirnos a CRA y SRA. La historia – inactual – de la Federación Agraria Argentina, en cambio, se ha usufructuado indignamente para crear una enorme confusión que impide comprender que la palabra “pequeño” no le cabe en términos de rentabilidad a ninguno de los que hoy han decidido paralizar la política gubernamental. Los usos indignos de lo pretérito permiten que estemos discutiendo en este país que los que ganan mucho ganen más y que esa discusión se ejercite como si encerrara algún criterio de justicia.



Quien escribe no logra comprender tantas inversiones. Se usa la palabra pequeño para referir a los que perciben ingresos equivalentes a los deciles más concentrados de la Argentina. Se trata de una discusión sobre la rentabilidad y quienes sólo pueden dirimir sobre su subsistencia - los sectores populares rurales y urbanos - no han podido contar con una sola explicación fundada sobre las ganancias contantes y sonantes de los productores de soja y granos. ¿Por qué los periodistas no les preguntan a los productores?; ¿porqué no exigen esta información, por qué tanta “prudencia” cuando esta discusión no tiene otro fundamento concreto más que la derogación de la resolución que les impide ganar más? ¿Ganar más que cuánto? ¿Cuánto más quieren ganar? ¿Cuánto más a costa de quienes? Porque las pujas distributivas son de suma cero y no visibilizar a los que pierden por los que ganan es silenciar lo más neurálgico de un debate. La democracia cuando está dotada de contenidos reales debe ser capaz de resolver los conflictos no predicando consensos abstractos, sino confrontando cuáles son las transferencias que subyacen a las políticas públicas. Hoy las transferencias reclamadas por los concentrados del campo involucran la vida cotidiana de decenas de miles de personas que habitan este país para signarlas con más y nuevas carencias.



La inversión más aberrante es, quizás, la que se aletarga desde lejos en el tiempo de nuestra historia y que cambiando palabras reproduce un contenido idéntico en términos de denigración de la movilización y la acción colectiva sostenida por los sectores populares de todas las épocas. Cabecitas, negros de mierda, vagos, cooptados, pagados…. y tantas otras que sólo duele recordar.



Y si sostengo que esta inversión es la más aberrante es por la carga de violencia que supone adjudicarle a ese otro, esos adjetivados de oscuros por estos sectores - los concentrados de todos los tiempos - los móviles propios, los que fundan sus movilizaciones, las suyas, en el marco de este conflicto. Pocos acontecimientos en la historia de nuestro país pueden prescindir de un ideario militante y de las tensiones y contradicciones de la constitución de una identidad colectiva; simplemente porque pueden usufructuar la comunión monologística (en palabras de Offe y Wiesenthal) de las asociaciones patronales: la aplicación de una pura racionalidad instrumental donde el costo de la movilización es ínfimo cuando ejercido desde dicha posición de fortaleza tiene tan altas probabilidades de redundar en grandes beneficios económicos.

El acto realizado en el monumento de los españoles en las vísperas del tratamiento parlamentario del proyecto de limitación de sus rentabilidades es el mejor ejemplo del más genuino potencial de movilización que resguardan por sus billeteras. Concentrada por concentrada, estructura agropecuaria y estructura mediática, coincidieron en la defensa de sus beneficios.



Invertir las tantas inversiones del orden neoliberal para volver efectiva la transformación de la estructura social argentina. Esa es nuestra tarea, la que supone un debate, una lucha, un ejercitar la crítica sobre lo que falta y sobre lo erróneo, una construcción necesaria e impostergable que continuará hilvanando a los sujetos y a las reivindicaciones múltiples de la justicia social que siempre alberga en los movimientos populares.

* Socióloga

viernes, 18 de julio de 2008

Intervención de Nelio Calza

Sr. Calza.- Señora presidenta: anteriores al Estado nacional, los derechos de importación y exportación fueron motivo de las más intensas y férreas pujas de la historia de nuestro país. Desde la disputa por el control de la Aduana en los mismos orígenes del Estado argentino hasta la actual protesta del campo, estos gravámenes son sinónimo de conflicto y enfrentamiento.
En 1853 la Constitución Nacional los consagra en su artículo 4°, y no casualmente. Es el primer recurso que se menciona al enumerar aquellos que contribuyen al sostenimiento del Estado nacional, recurso exclusivo y excluyente de la Nación que no integra la masa de ingresos que obligatoriamente deben redistribuirse a las provincias por vía de la coparticipación federal.
Para este año 2008 se estima que su peso relativo en el total de ingresos colectados por el Estado nacional rondará el 17 por ciento, esto es, unos 45.000 millones de pesos.
Ahora bien, nos debemos preguntar para qué sirven o deberían servir estos derechos de exportación. Diciéndolo muy rápidamente, tienden a evitar que el alza de los precios internacionales se traslade al mercado doméstico, ayudando de ese modo a sostener el poder adquisitivo de la población, fundamentalmente de los que menos tienen, los trabajadores.
Generan un efecto redistributivo positivo en tanto hacen que quienes más ganan contribuyan en mayor medida al financiamiento del gasto público. Mejoran la situación financiera del sector público, en tanto incrementan los ingresos y, por ende, el superávit y su potencial uso en pos de mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo. También, mientras existan alícuotas diferenciadas y tratamientos diversos, constituyen un potente inductor de comportamientos deseables para los actores económicos de nuestro nuestro país.
Sin embargo, sus detractores afirman y han sostenido históricamente que desalientan la inversión y promueven el estancamiento productivo. Este argumento es el mismo que arguyen ante cada impuesto siempre que algún sector siente vulnerado lo que se considera su tasa de ganancia. En tanto existan márgenes de ganancia razonables, el argumento entonces tiene sólo una finalidad ideológica y de protección de intereses, más que otra cosa.
Varios diputados detallaron aquí la instrumentación de los derechos de exportación a lo largo de nuestra vida democrática. Los impuso Alfonsín durante su gobierno democrático, de lo cual se ha hablado aquí bastante.
Simplemente quiero recordar que cuando se eliminaron –y muchos lo aplaudieron fue durante la dictadura militar, siendo el ministro de Economía Martínez de Hoz, y así nos fue a los argentinos. (Aplausos.) También se liberaron durante el menemismo, y así nos fue a los argentinos en ese momento.
Por eso debemos remarcar que los derechos de exportación son una herramienta fundamental del Estado argentino que debemos conservar, pero fundamentalmente debemos diferenciar a los que se relacionan con los cereales, como se ha puesto de manifiesto durante el debate de estos últimos cien días en el país.
Al principio del conflicto se hacía referencia a que lo único que se pretendía con el aumento de los derechos de exportación era succionar los ingresos al interior del país para trasladarlos a la Capital Federal.
Algunos creían entonces que poniéndose un poncho a cuestas, hacían federalismo. Al federalismo no se lo construye de esa forma. Articular un país armónico y para todos los argentinos se logrará con una medida como la que tomó y anunció nuestra presidenta, que hoy estamos tratando en este recinto.
Se pretende generar con el aumento de las retenciones un fondo que vaya en un 60 por ciento para la salud pública, hospitales y centros de atención de salud para todo el pueblo argentino; también para construir caminos rurales. Así lo dice bien la disposición: no es para construir un segundo Obelisco o para generar más burocracia en la Capital Federal.
Se dice con exactitud que se trata de un fondo específico para esos fines. También se va a destinar en un 20 por ciento a viviendas rurales. ¡Y vaya si es necesario construir viviendas para los peones rurales, que muchas veces viven en condiciones infrahumanas!
Esto lo digo porque conozco la situación. Yo nací en la ciudad a que hacía referencia el señor diputado Viale, la ciudad de los amores de José Pedroni; en Esperanza, Santa Fe. Conozco lo que es el campo y no porque iba a pasear una semana, como ayer dijo una diputada, a los campos de mi abuelo. Porque mi abuelo vivió en el campo, también era tambero, como decía aquí uno de los diputados, y ordeñaba a mano más de 500 o 600 litros diarios con mi abuela, y generó una cooperativa tambera para poder sobrevivir. Lamentablemente, la política de Martínez de Hoz destruyó a todas las cooperativas. (Aplausos.)
Soy hijo y nieto de esa pampa gringa y descendiente de piamonteses, como alguno hizo referencia, pero no quiero un país segregacionista. No digo, como algunos dicen, que las retenciones no vuelven, que tal provincia paga tanto y después no le vuelve, porque sí vuelven las retenciones.
En Entre Ríos, en la provincia en la que yo vivo, se está construyendo una autopista que va desde Gualeguaychú hasta Paso de los Libres. Son más de 500 kilómetros de autopista, y ahí van las retenciones, para mejorar todo lo que son los caminos y los accesos, así como también los caminos rurales que sirven para potenciar, entre otras cosas, las economías regionales, para que la leche no se pudra cuando llueve en los caminos de barro, en los caminos de tierra greda.
Esa es una visión armónica de un país totalizado, porque a mí me asusta cuando algunos hacen referencia a que si se aporta tanto de tal sector tiene que volver todo para ese mismo sector. ¿Entonces, cómo hacemos un país para todos, cómo llegamos a los compañeros que viven en Jujuy, que necesitan del auxilio del Estado nacional, a los que viven en Tierra del Fuego, a los de Formosa, a los que necesitan asistencia social?
Eso es un país armónico y eso es lo que se pretende con este aumento de las retenciones. En ese sentido quiero marcar la justicia que se establece con este concepto.
Cuando la presidenta envió a este Congreso el proyecto que estamos considerando también se decía que lo íbamos a votar a libro cerrado y que no íbamos a ser otra cosa que una escribanía. Se cansaron de decir eso. Sin embargo, se están cambiando muchísimos aspectos. Como bien señaló nuestro presidente del bloque del Frente para la Victoria, diputado Agustín Rossi, se marca que hasta trescientas toneladas –se eliminó lo relativo a las hectáreas corresponde el 30 por ciento, o sea que se disminuye la alícuota que existía al 10 de marzo; y hasta 750 toneladas la retención es del 35 por ciento, es decir, lo mismo que regía hasta el 11 de marzo. Se favorece al pequeño y mediano productor y se deja de lado a los grandes productores, los pools de siembra, porque son los que tienen que pagar.
Ahora parecería que todos fueran pequeños y medianos productores. Yo nací en el campo, donde estaban los colonos, como los llamábamos nosotros, pero también estaban los estancieros, que hoy siguen teniendo sus estancias... (Aplausos.) ...y siguen produciendo en muchas hectáreas. No fueron eliminados.

Sr. Presidente (Fellner).- Le ruego que vaya redondeando, señor diputado.

Sr. Calza.- Ya concluyo, señor presidente.
Yo quiero un país integrado, que no sea solamente para la pampa gringa; lo quiero para todos. Quiero una Argentina para todos. Por eso apoyo este sistema de retenciones, que va a favorecer al pequeño y mediano productor y va a cobrar a los que tiene que cobrar. (Aplausos en las bancas y en las galerías. Varios señores diputados rodean y felicitan al orador.)

jueves, 17 de julio de 2008

Reunión con Kirchner, el 11 de julio

Kirchner pidió apoyo a sus aliados políticos y a los piqueteros
Se reunió con radicales K, dirigentes del Frente Grande y movimientos sociales. Llevarán gente al acto oficialista.
Buenos Aires. El ex presidente y titular del PJ, Néstor Kirchner, se reunió ayer con sus socios de la Concertación Plural y movimientos piqueteros oficialistas y los convocó a marchar “unidos” a la plaza del Congreso el próximo martes para apoyar el proyecto de retenciones móviles un día antes de que el tema sea tratado en el Senado.

Luego del encuentro realizado en un hotel a metros de la Plaza de Mayo, Kirchner volvió a hablar con la prensa por segundo día consecutivo y ratificó que “la convocatoria es por más democracia, más institucionalidad, más pluralidad, no en contra de nadie”.

Del encuentro, Kirchner se llevó el apoyo de los gobernadores del radicalismo K: Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Miguel Saiz (Río Negro) y Maurice Closs (Misiones); también de las máximas autoridades del Frente Grande: Eduardo Sigal y Nilda Garré; del Partido de la Victoria, Graciela Ocaña; de socialistas bonaerenses como Ariel Basteiro y partidos menores aliados. Junto a Kirchner compartieron la cabecera de la reunión el jefe de Gabinete, Alberto Fernández (jefe del PJ porteño); las ministras de Defensa y de Salud, además de las diputadas Vilma Ibarra, Adriana Puigrós y el titular de Cascos Blancos, Gabriel Fucks.

Los funcionarios compartieron escenario con los líderes de organizaciones piqueteras oficialistas como Luis D'Elía (FTV); Emilio Pérsico (MTD Evita); Edgardo Depetri (diputado por el Frente Transversal, y Humberto Tumini (Libres del Sur).

Todos prometieron a Kirchner “movilizar la mayor cantidad de gente para defender las retenciones móviles y al gobierno”.

El vocero del encuentro fue el gobernador Saiz quien negó, igual que más tarde lo hiciera Garré, que con Kirchner hayan hablado del número de senadores con que cuenta el oficialismo para aprobar el próximo miércoles el proyecto que tiene media sanción de diputados.

“Vamos a adherir a la convocatoria en apoyo a la institucionalidad y la democracia, con una participación masiva de la ciudadanía”, anticipó Saiz.

El gobernador radical de Río Negro evitó responder a una consulta sobre qué harán los senadores de su provincia, que estaban en duda de votar el proyecto oficial y dijo que “ese tema no se habló en la reunión con Kirchner”.

De buen humor, Kirchner salió caminando del salón y en el lobby del hotel se paró en medio de una nube de periodistas y “agradeció el acompañamiento” de los sectores aliados.

“No, ¿querés que me echen de mi casa?” respondió Kirchner a una consulta sobre si tenía pensado pasar la noche del martes 15 en vigilia acampando frente al Congreso.

Esta vez evitó lanzar críticas al sector agropecuario que lo acusó de convocar a la contramarcha oficialista para promover la confrontación; se limitó a hablar de “movilización en defensa de las instituciones y de la democracia”.

Kirchner repitió así su discurso inaugurado en la conferencia de prensa realizada el jueves en el mismo hotel.

“Por el término de 20 minutos, nos habló a los que no somos peronistas y nos pidió que nos movilicemos todos unidos, más firmes que nunca en apoyo al gobierno nacional y al proyecto”, reveló Tumini al término del encuentro.

Agencia DyN