martes, 15 de enero de 2008

Se abre una nueva etapa en las relaciones con Guatemala

Por primera vez en 50 años de historia, un dirigente de centroizquierda conducirá los destinos de Guatemala. Se trata de Álvaro Colom, quien ayer asumió la presidencia de ese país, configurando una coincidencia desde lo político que se observa en gran parte de Latinoamérica, donde hay gobiernos para los que la región y la construcción de sus propias identidades es referencia central.
Fue el pueblo guatemalteco quien a través del voto popular pidió un cambio de rumbo en ese país, lo que constituye una expresión más de los vientos transformadores que recorren América Latina. Señala la voluntad inquebrantable de un pueblo en la dirección de la unidad latinoamericana.
Y es justamente esta decisión, este contexto favorable desde lo político y económico, el que debe ser aprovechado por nuestros gobiernos para establecer vínculos más profundos de cooperación, de relacionamiento bilateral, así como también para dar un definitivo impulso a una negociación entre nuestro Mercosur y el Sistema Integrado de Centro América, al que Guatemala pertenece.
Hoy Guatemala cuenta con una economía en desarrollo y esto favorece en ese objetivo. El desempeño económico mejoró en 2007 con un crecimiento del 5,6%, que obedeció al dinamismo del consumo privado, y prevé para este año un crecimiento del 5%. Sin embargo, aún persiste un fuerte déficit en su balanza comercial y un comercio que depende en un 62% de los Estados Unidos.
La nueva administración encontrará un país en crecimiento pero con profundos desequilibrios en los social y con grandes desafíos en materia de inseguridad ciudadana, fortalecimiento del estado de derecho y la exclusión social.
A través de las herramientas de cooperación, nuestro país puede realizar un gran aporte al gobierno de Colom. El fomento de asociatividad empresaria entre los dos países permitiría una contribución en el desarrollo económico y la generación de empleo. Pero además, la generación de ámbitos de colaboración entre nuestros sistemas de salud, jurídico y educativo constituyen herramientas que ayudarán en el cumplimiento de esos desafíos.
Nuevos aires llegan a Guatemala a partir de la asunción de Álvaro Colom; y es nuestra región la que debe ser capaz de fortalecer los vínculos políticos y comerciales con ese país, con el objetivo de lograr un desarrollo más armónico y menos asimétrico en América. Argentina sabe que tie ne en Guatemala un gobierno amigo, elegido en ejercicio de la más plena libertad política.

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