martes, 22 de enero de 2008

Los acuerdos comerciales como instrumento de crecimiento para América latina

Durante el 2007, los países de América latina y el Caribe tuvieron un crecimiento conjunto del 5,6%, de acuerdo con el Balance de las Economías de América Latina y el Caribe 2007 que elabora anualmente la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La cifra no debe pasar inadvertida al resto del mundo, por la tendencia de crecimiento sostenido que la región observa desde hace cinco años, basada en la demanda interna, aumento del consumo y expansión del comercio exterior.
El mismo informe indica que las exportaciones totales en América latina crecieron un 12,3% durante el 2007, alcanzando una cifra de u$s751.000 millones, en tanto que las importaciones crecieron un 18% respecto del año anterior, llegando a los u$s677.000 millones.
No sólo el incremento en los precios, sino también de los volúmenes son los factores que acompañaron la suba en los envíos desde la región al resto del mundo.
A pesar de la desaceleración registrada en los EE.UU. este año, la economía mundial registró niveles de crecimiento cercanos al 5%, gracias al desempeño de países como China e India. Se trata de una realidad que favoreció al aumento de los precios básicos de productos de interés para la región.
En esta línea, los países latinoamericanos intensificaron durante el 2007 sus vínculos comerciales con países y bloques económicos de fuera de la región, convencidos de que, sumados al desarrollo del mercado interno, estos acuerdos constituyen una herramienta vital para su desarrollo económico.
El desarrollo en el comercio también se registró en el mercado intrarregional, incluso con un mayor dinamismo que lo que marcan las estadísticas a nivel global. La existencia de los acuerdos de complementación económica entre todas las economías de Sudamérica y un contexto político y económico favorable alentaron a que haya aumentado el intercambio de productos en el subcontinente.
Con un incremento cercano al 20%, los países de la región cambiaron el destino de sus importaciones y exportaciones por economías más cercanas, favorecidos por las condiciones otorgadas por los acuerdos comerciales.
La complementación económica ha demostrado su utilidad para favorecer a la integración, el crecimiento y el mejoramiento en la calidad de vida de los habitantes.
Según un informe de la Asociación Latinoamericana de Integración, la expansión de las exportaciones regionales durante el 2007 fue generalizada, pero los motores del crecimiento intrarregional siguen siendo Brasil y la Argentina, que han cambiado su matriz importadora y exportadora mirando más a la región. Venezuela, en tanto, orienta las compras de bienes hacia Sudamérica en reemplazo de los EE.UU., antes uno de sus principales proveedores.
El crecimiento de la tasa de ocupación en América latina del 54,1 al 54,6% durante el 2007, y el consecuente descenso del 8,6 al 8% de los índices de desocupación, explicados por el ritmo de crecimiento de las economías y la movilidad del comercio exterior, dan una muestra del camino a seguir para consolidar un proceso de crecimiento con distribución equitativa de la riqueza.

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