martes, 26 de febrero de 2008

Los desafíos cubanos y el rol de argentina

La Asamblea Nacional de Cuba eligió este domingo a Raúl Castro como sucesor en la presidencia de su hermano Fidel, líder de la revolución del primero de enero de 1959. El jefe de Estado, que desde julio de 2006 ejercía el cargo de forma provisional, prometió reformas vinculadas con la economía, la defensa y la política exterior, pero en un marco de continuidad del modelo elegido por el pueblo cubano.
La isla está atravesando por una coyuntura favorable, como la mayor parte de Latinoamérica. La economía ha crecido 11,8% en 2005, 12,5% en 2006 y 7% 2007, impulsada por los servicios sociales y el turismo. La mayor actividad ha dado lugar a un incremento de las importaciones, entre ellas las argentinas. En 2007 el intercambio comercial ha alcanzado los 103,2 millones de dólares, y el saldo ha sido favorable a nuestro país en 97,6 millones. Cuba adquiere alimentos, maquinarias, productos plásticos, papel y cartón y automotores. Y exporta a nuestro país tabaco, productos farmacéuticos y bebidas alcohólicas.
Es probable que la relación comercial se incremente por las ventajas recíprocas otorgadas en el marco del Acuerdo de Complementación Económica 62 de ALADI, firmado por las naciones integrantes del MERCOSUR con Cuba en enero de 2007 y vigente desde junio de ese año.
El comercio ya ha venido mejorando desde 2002, cuando alcanzó los 22 millones de dólares. Luego el crecimiento fue sostenido: 24,3 millones en 2003; 92,7 millones en 2004; 98,3 millones en 2005; 97,8 millones en 2006 y 103,2 millones el año pasado.
Parte de ese incremento se explica por la creación, en 2004, de un fideicomiso que ha permitido intercambiar alimentos argentinos (básicamente leche en polvo) por productos medicinales cubanos. El Polo Científico de ese país ha provisto al Ministerio de salud argentino vacunas, interferones y kits de diagnóstico. Y en el futuro inmediato podría incrementar sus ventas.
Además, desde la Cancillería de nuestro país se trabaja en un programa que permitiría a empresarios privados realizar inversiones en suelo cubano con insumos y tecnología argentina.
Como se ve, desde Argentina trabajamos para que la relación comercial siga creciendo y el pueblo cubano, a través de su gobierno, implemente las reformas que considere adecuadas para mejorar su calidad de vida y dar más competitividad a sus productos.
Cuba, gracias a sus políticas sanitarias y educativas, así como a la ausencia de pobreza extrema, se encuentra en el puesto 51 del índice de desarrollo humano elaborado por las Naciones Unidas, varios escalones por encima de sus vecinos del Caribe, pero todavía por debajo de países de desarrollo intermedio como Argentina.
La isla se ha sobrepuesto a la caída de la Unión Soviética, su principal socio comercial hasta fines de los 80, y al bloqueo comercial de Estados Unidos. Por eso creo, y no me cabe duda, podrá sin renunciar a sus conquistas sociales encarar una nueva etapa política sin su líder histórico en el poder.

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