jueves, 6 de diciembre de 2007

Entrevista para Asteriscos

P:¿Cómo cambian las relaciones de Argentina y Venezuela a partir de la derrota de Chávez en la consulta popular por la reforma de la Constitución?

ES: Yo creo que las relaciones entre Argentina y Venezuela no cambian con esto, y creo que el escenario interno en Venezuela tampoco cambia sustantivamente, lo que se modifica es la transformación que quería, a través de la reforma constitucional que quería producir el presidente Chávez. En realidad, tenés una sociedad que, de alguna medida, se parte mitad por mitad, y en este caso las alternativas eran si o no a la reforma de los 60 y tantos artículos que se le cambiaban a la constitución. Toda la oposición logra articularse alrededor de ese no y por un punto de diferencia se impone. Por una parte, me permite desmentir todas las elucubraciones, especulaciones e inventos que estuvieron circulando por la Argentina y por todo el mundo sobre la (supuesta) falta de democracia y la falta de transparencia del gobierno.


P: Fue lo que dijo Chávez

ES: Me gustaría que todos los “defensores” del sistema democrático tuviesen esa actitud de dignificaciones de los procesos electorales como el que se asumió en Venezuela. Creo que es muy importante y muy aleccionador para todos nosotros.

P: ¿La relación con Venezuela va seguir como ahora?

ES: Es que es de mutua conveniencia. La republica argentina ha pasado en los últimos diez años a multiplicar por diez el comercio que estamos teniendo es un comercio con alto valor agregado se esta asesorando para la instalación de 57 plantas industriales. Eso implica transferencia de tecnología. Se esta produciendo asociatividad empresarial, no solo pensando en el mercado interno de Venezuela sino como se abordar desde allí todo el norte de América del sur, Centroamérica y el caribe creo que es de mutua conveniencia, eso no significa que haya que ponerlo en una falsa contraposición con otras relaciones privilegiadas y estratégicas como la que tenemos con brasil.


P: Lo que parece no estar avanzando es la relación con Uruguay, el tema de las pasteras esta muy complicado.

ES: Pero yo creo que hay que dividir claramente las cosas. Con Uruguay tenemos una controversia. Desde nuestro punto de vista no se ha respetado el tratado del río Uruguay, la instalación de las pasteras no tuvo la aprobación de la comisión administradora del río Uruguay y hubo una fuerte reacción social en la argentina, particularmente en Gualeguaychú y en Entre Ríos, que están temerosos de cómo la pastera va a afectar su economía, su medio ambiente, su salud, y por lo tanto, es lógico que nosotros hayamos ido a la corte internacional de la haya. Pero en el resto del MERCOSUR, la relación es de mucha colaboración, el comercio ha crecido en más de un 110% en los últimos 3 años, en lo que ha estado de manifiesto el conflicto, las relaciones migratorias son sumamente positivas, las relaciones políticas están un poco empeñadas por estas controversias.

P: Celso Amorín admitió que tiene su impacto esta tensión se esta afectando de alguna manera al MERCOSUR

ES: Yo no comparto ese enfoque. Habría que ver en qué contexto lo dijo Amorín. El tema de las pasteras y la controversia está, desde hace mas de un año y medio se aborda en las reuniones de las instancias decisorias del MERCOSUR, me refiero a la comisión de comercio, al Grupo Mercado Común o al Consejo del Mercado Común. Uno no puede decir que no se generan sensibilidades entre los países y mucho menos la estrategia de construcción de un instrumento para insertarnos en el mundo global como el MERCOSUR. Lo que puedo decir es que a mí me afecta mucho más planteamos como el de romper las negociaciones externas comunes que hace el MERCOSUR que la propia controversia que implica la instalaciones de las pasteras.

P: ¿En materia de política económica internacional, hacia donde puede apuntar Cristina? ¿Europa, el mercado asiático, hacia donde puede apuntar?

ES: Primero, hay que diferenciar dos cosas. Una cuestión es la política de promoción comercial que nosotros podamos realizar. Este año vamos a hacer un política de 400 misiones al exterior promocionando productos argentinos, que nos va a permitir llegar a una cifra récord de 53 mil millones de exportaciones, el doble que cuando asumió el presidente Kirchner en lo que hace a exportaciones. El segundo temas es lo que hace a negociaciones comerciales, que Argentina encara en conjunto con el MERCOSUR y que, en esta etapa, esta dirigida a ver si retomamos la negociación de asociatividad con la Unión Europea, estamos terminando la negociación con Israel y el MERCOSUR sudafricano, que es el SACU, y tenemos abiertas 25 negociaciones mas, que estamos tratando de encaminar en esta etapa, muchas de ellas con Asia, donde nosotros creemos que somos fuertemente complementarios, básicamente porque ellos están teniendo un proceso de inclusión social y su principal demanda pasa a ser la que para nosotros es la principal oferta, que es la alimenticia, y por supuesto que lo queremos hacer con el mayor valor agregado posible, con la mayor inteligencia mercosuriana incorporada.

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