La Argentina ha fijado, como política de Estado, la construcción de un Mercosur que no esté centrado solamente en los aspectos comerciales de la integración.
El desarrollo económico, político, cultural y social es el objetivo a alcanzar, y la participación de los actores de la producción, el mundo académico, las organizaciones sociales y la ciudadanía en general es vital en este proceso.
¿Por qué no simplemente encargar análisis a centros de estudios y universidades y debatir los diferentes aspectos de la integración con paneles de especialistas? Porque creemos que, más allá de lo valioso del aporte que puedan realizar, no hay intelectual o asesor técnico que pueda reemplazar la participación efectiva de los ciudadanos.
La Cancillería argentina generó, guiada por esta idea de apertura ciudadana, la Representación Especial para la Integración y la Participación Social, de la cual depende el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil, coordinado desde el 2003 por el embajador Hugo Varsky. Forman parte de este consejo alrededor de 1.300 organizaciones no gubernamentales que en comisiones temáticas tratan todos los aspectos económicos, políticos, sociales y culturales vinculados con la integración.
Dentro del Mercosur, los esfuerzos del consejo consultivo se articulan con los de los otros países miembros a través del Programa “Somos Mercosur”, que tiene como objetivo principal involucrar a la ciudadanía en el proceso de integración regional y generar nuevos espacios para que la sociedad civil y los gobiernos puedan debatir propuestas, formular demandas y participar de los procesos decisorios.
Partiendo de la idea de que la gente tiene que sentirse parte del proceso –no hay Mercosur que sirva si no sirve a sus habitantes, sostenemos– se realizó en julio del 2006, en la ciudad de Córdoba, el encuentro Por un Mercosur productivo y social. Fue la primera de una serie de cumbres sociales realizadas en Brasil, Paraguay y Uruguay, donde la sociedad civil tuvo la oportunidad de expresarse sobre el proceso de integración.
En el marco de la presidencia pro tempore del bloque regional, que ejerce la Argentina hasta junio, la Cancillería y el Programa “Somos Mercosur” tienen previstas iniciativas en el campo social, cultural, político y territorial. El plan de trabajo pone un énfasis especial en las acciones de difusión y capacitación. Busca así hacer visibles las potencialidades del Mercosur y avanzar en la consolidación de una ciudadanía regional.
La difusión del curso “Todos somos Mercosur” en el conjunto de los países del bloque es una de las actividades previstas. Se busca ampliar el conocimiento que la ciudadanía regional tiene sobre el proceso de integración a través de un curso virtual respaldado por tutores voluntarios, que se viene desarrollando con gran éxito.
En el marco del ciclo de encuentros “Somos Mercosur”, entre abril y junio se debatirán los aspectos productivo y social del bloque; los vinculados con las fuerzas políticas de la región y, además, el papel de las provincias, estados federados y regiones subnacionales.
Se prevé organizar un festival de cine itinerante y uno con artistas de reconocimiento internacional de los países miembros. También la distribución masiva de información sobre el impacto que tiene el Mercosur en la vida de los ciudadanos.
Se realizarán, además, jornadas de debate sobre distintos temas relacionados con la integración: Pyme, discapacidad, género, recursos naturales y tecnologías de la información y las comunicaciones estarán en el centro del intercambio de ideas.
Para construir un Mercosur democrático, justo e igualitario se necesita que la ciudadanía tenga un papel activo en la construcción del modelo de integración.
De lo contrario, ¿cómo conseguiríamos seguir avanzando? ¿Cómo podríamos tener políticas efectivas para todos los sectores de la sociedad? Potenciar la participación popular es por eso el elemento decisivo de este proceso.
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